La pandemia del coronavirus golpeó duramente y en determinado momento se ensañó con Montero. Un contagio masivo en la sala de hemodiálisis del centro de salud Ernesto Che Guevara, obligó a su cierre. La medida afectó a 33 pacientes con insuficiencia renal crónica. En plena emergencia y anteponiendo a cualquier circunstancia o mecanismo legal, la preservación de la salud y la vida de estos pacientes, se ordenó el traslado de un equipo de hemodiálisis desde el centro público a una clínica privada con el propósito de continuar con el servicio de hemodiálisis.
Montero, 23 de octubre 2020 - Nils Angulo
Entre el martes 18 y el jueves 20 de agosto, comenzaron a
circular en las redes sociales, publicaciones que alertaban a la población
acerca del traslado de un equipo de hemodiálisis del centro de salud Ernesto
Che Guevara, ubicado en el barrio Porvenir al centro privado Nefrone en la zona
central de la ciudad.
Si bien las publicaciones hacían referencia a un hecho
concreto, la información estaba sesgada con la intención de promover una
campaña de desinformación para confundir a la población y generar críticas
dirigidas a desprestigiar la gestión del alcalde municipal, Miguel Ángel
Hurtado.
El primer post calificado como engañoso fue subido por el
usuario Justino Roca, el mensaje fue compartido 35 veces. Ese mismo usuario, el
19 de agosto, volvió a subir a su cuenta otra publicación. Para ello utilizó
una captura de pantalla de un vídeo que la Red Uno difundió el 14 de noviembre
de 2019 cuando Hurtado pronunciaba un discurso en el Concejo Municipal después
de ser electo alcalde transitorio de Montero.
La fotografía además de ser descontextualizada está
acompañada por un texto que sindica al ejecutivo municipal de la presunta
comisión de actos de corrupción y atentado a la salud púbica. Esta publicación
tuvo 52 comentarios y fue compartida en 333 oportunidades.
Todos las críticas estaban apuntadas al ejecutivo municipal,
pero los promotores de la campaña de desinformación ignoraban la existencia de
un convenio entre el centro privado Nefrone y el Ministerio de Salud y quien
autorizó el traslado del equipo de hemodiálisis, fue el médico José Luis
Nogales, secretario municipal de Salud, por tanto, él tendría que asumir
cualquier tipo de responsabilidad que pudiera surgir por su decisión.
Artículo 28. Parágrafo I. Las actividades del Órgano
Ejecutivo del Gobierno Municipal, se ejecutan a través de las Secretarias o
Secretarios Municipales. Parágrafo II. Las Secretarios y los Secretarios Municipales dependen
directamente del Alcalde o Alcaldesa y asumen plena responsabilidad por todos
los actos administrativos que desarrollen.
Ley N° 482, de Gobiernos Autónomos Municipales
Esta campaña de desinformación surgió dos días antes de que
el presidente del Control Social de Montero, Enrique Zeballos, presentó una
solicitud formal al Concejo Municipal, para la fiscalización de un supuesto uso
indebido de bienes del Estado, en este caso un equipo de hemodiálisis del centro
Che Guevara. La Comisión de Gobierno Municipal recibió el documento para su
revisión y posterior informe.
UN GOLPE MUY DURO
Montero, la segunda ciudad en importancia en el departamento
de Santa Cruz, después de Santa Cruz de la Sierra, su capital, fue duramente
golpeada por la pandemia del nuevo coronavirus. Autoridades de los tres niveles
gubernamentales ejecutaron acciones para contrarrestar la enfermedad que
terminó llevándose la vida de seres queridos y amigos de muchas familias
montereñas. Aumentaba más el dolor y pesar por la tragedia, la imposibilidad de
darle el último adiós al ser querido, familiar o amigo por las restricciones
sanitarias.
Un día antes de que la presidenta Jeanine Áñez anunciara la
vigencia de la cuarentena total por 14 días en el país, en Montero se
confirmaba el primer caso positivo de Covid-19, un hombre de 45 años que, a su
retorno de Estados Unidos, afortunadamente y con mucha responsabilidad tuvo el
cuidado de aislarse voluntariamente para no provocar contagios. Pero esto no
fue suficiente, no se pudo evitar que otras personas sean afectadas por el
virus.
Pese a la vigencia de la cuarentena, medida adoptada para
precautelar la salud de las familias bolivianas y prevenir el contagio de la
enfermedad, el incremento de casos positivos del nuevo coronavirus en Montero
iba en ascenso.
A pesar de la emergencia y los llamados al cumplimiento de
las elementales normas de bioseguridad, la falta de disciplina de la población
al ignorar estas medidas facilitó la expansión del virus.
ENCAPSULAMIENTO
Había que ponerle freno al mal. El 9 de abril al finalizar
la reunión del Comité de Operaciones Municipales de Emergencia de Montero (COEM),
el ministro de Defensa Luis Fernando López acompañado por la ministra de Medio
Ambiente y Agua, María Elva Pinckert y el alcalde de Montero, Miguel Ángel
Hurtado anunciaba la dura medida. Montero fue el primer municipio del país en
someterse a esta extrema medida que puso en moda en el país el término
“encapsulamiento”.
El encapsulamiento comenzó con un patrullaje policial y
militar por aire y tierra para persuadir a los montereños a quedarse en casa
durante la cuarentena. Las salidas programadas de acuerdo con el último dígito
de la cédula de identidad, en cumplimiento de la norma, permitía a las familias
abastecerse de alimentos.
Ante la gravedad de la situación, la medida fue ampliada por
una semana más. A esta medida le siguió el denominado ‘microencapsulamiento
distrital’ afectando a zonas del municipio que en ese momento registraban la
mayor cantidad de contagios. El encapsulamiento y microencapsulamiento, fueron
respaldados por leyes municipales que aprobó el Concejo Municipal como parte de
la lucha frontal contra el virus.
CONTAGIO MASIVO
El 7 de mayo, Montero ya contabilizaba más de 300 casos de
la enfermedad. En determinado momento, la tasa de ataque del coronavirus, era
el más alto del país, lo que arrancó una advertencia y una frase que Montero y
Santa Cruz no olvidarán, “Montero es el turbión, Montero es el que nos va a
complicar, Montero nos sigue dando pacientes a pesar de todas las medidas
correctas que hizo el Ministerio de Defensa”, lo dijo el doctor Oscar Urenda,
Secretario Departamental de Salud, a quien el 24 de julio de este año,
irónicamente le arrebató la vida la enfermedad que había invadido su organismo
ante la permanente exposición al virus en el desempeño de su labor.
Montero
Un paso decisivo por preservar un bien mayor: la vida
23 de octubre de 2020 - por Nils R. Angulo Tomelic
La pandemia del coronavirus golpeó duramente y en
determinado momento se ensañó con Montero. Un contagio masivo en la sala de
hemodiálisis del centro de salud Ernesto Che Guevara, obligó a su cierre. La
medida afectó a 33 pacientes con insuficiencia renal crónica. En plena
emergencia y anteponiendo a cualquier circunstancia o mecanismo legal, la
preservación de la salud y la vida de estos pacientes, se ordenó el traslado de
un equipo de hemodiálisis desde el centro público a una clínica privada con el
propósito de continuar con el servicio de hemodiálisis.
Entre el martes 18 y el jueves 20 de agosto, comenzaron a
circular en las redes sociales, publicaciones
que alertaban a la población acerca del traslado de un equipo de
hemodiálisis del centro de salud Ernesto Che Guevara, ubicado en el barrio
Porvenir al centro privado Nefrone en la zona central de la ciudad.
Si bien las publicaciones hacían referencia a un hecho
concreto, la información estaba sesgada con la intención de promover una
campaña de desinformación para confundir a la población y generar críticas
dirigidas a desprestigiar la gestión del alcalde municipal, Miguel Ángel
Hurtado.
El primer post calificado como engañoso fue subido por el usuario
Justino Roca, el mensaje fue compartido 35 veces.
Publicación engañosa
Ese mismo usuario, el 19 de agosto, volvió a subir a su
cuenta otra publicación. Para ello utilizó una captura de pantalla de un vídeo
que la Red Uno difundió el 14 de noviembre de 2019 cuando Hurtado pronunciaba
un discurso en el Concejo Municipal después de ser electo alcalde transitorio
de Montero.
Publicación falsa
La fotografía además de ser descontextualizada está
acompañada por un texto que sindica al ejecutivo municipal de la presunta
comisión de actos de corrupción y atentado a la salud púbica. Esta publicación
tuvo 52 comentarios y fue compartida en 333 oportunidades.
Enlace del vídeo de donde se hizo la captura de pantalla:
Vídeo Red Uno
Todos las críticas estaban apuntadas al ejecutivo municipal,
pero los promotores de la campaña de desinformación ignoraban la existencia de
un convenio entre el centro privado Nefrone y el Ministerio de Salud y quien
autorizó el traslado del equipo de hemodiálisis, fue el médico José Luis
Nogales, secretario municipal de Salud, por tanto, él tendría que asumir
cualquier tipo de responsabilidad que pudiera surgir por su decisión.
Artículo 28. Parágrafo I. Las actividades del Órgano
Ejecutivo del Gobierno Municipal, se ejecutan a través de las Secretarias o
Secretarios Municipales. Parágrafo II. Las Secretarios y los Secretarios Municipales dependen
directamente del Alcalde o Alcaldesa y asumen plena responsabilidad por todos
los actos administrativos que desarrollen.
Ley N° 482, de Gobiernos Autónomos Municipales
Esta campaña de desinformación surgió dos días antes de que
el presidente del Control Social de Montero, Enrique Zeballos, presentó una
solicitud formal al Concejo Municipal, para la fiscalización de un supuesto uso
indebido de bienes del Estado, en este caso un equipo de hemodiálisis del
centro Che Guevara. La Comisión de Gobierno Municipal recibió el documento para
su revisión y posterior informe.
UN GOLPE MUY DURO
Montero, la segunda ciudad en importancia en el departamento
de Santa Cruz, después de Santa Cruz de la Sierra, su capital, fue duramente
golpeada por la pandemia del nuevo coronavirus. Autoridades de los tres niveles
gubernamentales ejecutaron acciones para contrarrestar la enfermedad que
terminó llevándose la vida de seres queridos y amigos de muchas familias
montereñas. Aumentaba más el dolor y pesar por la tragedia, la imposibilidad de
darle el último adiós al ser querido, familiar o amigo por las restricciones
sanitarias.
Un día antes de que la presidenta Jeanine Áñez anunciara la
vigencia de la cuarentena total por 14 días en el país, en Montero se
confirmaba el primer caso positivo de Covid-19, un hombre de 45 años que a su
retorno de Estados Unidos, afortunadamente y con mucha responsabilidad tuvo el
cuidado de aislarse voluntariamente para no provocar contagios. Pero esto no
fue suficiente, no se pudo evitar que otras personas sean afectadas por el
virus.
Pese a la vigencia de la cuarentena, medida adoptada para
precautelar la salud de las familias bolivianas y prevenir el contagio de la
enfermedad, el incremento de casos positivos del nuevo coronavirus en Montero
iba en ascenso.
A pesar de la emergencia y los llamados al cumplimiento de
las elementales normas de bioseguridad, la falta de disciplina de la población
al ignorar estas medidas facilitó la expansión del virus.
ENCAPSULAMIENTO
Había que ponerle freno al mal. El 9 de abril al finalizar
la reunión del Comité de Operaciones Municipales de Emergencia de Montero
(COEM), el ministro de Defensa Luis Fernando López acompañado por la ministra
de Medio Ambiente y Agua, María Elva Pinckert y el alcalde de Montero, Miguel
Ángel Hurtado anunciaba la dura medida. Montero fue el primer municipio del
país en someterse a esta extrema medida que puso en moda en el país el término
“encapsulamiento”.
El encapsulamiento comenzó con un patrullaje policial y
militar por aire y tierra para persuadir a los montereños a quedarse en casa
durante la cuarentena. Las salidas programadas de acuerdo con el último dígito
de la cédula de identidad, en cumplimiento de la norma, permitía a las familias
abastecerse de alimentos.
Ante la gravedad de la situación, la medida fue ampliada por
una semana más. A esta medida le siguió el denominado ‘microencapsulamiento
distrital’ afectando a zonas del municipio que en ese momento registraban la
mayor cantidad de contagios. El encapsulamiento y microencapsulamiento, fueron
respaldados por leyes municipales que aprobó el Concejo Municipal como parte de
la lucha frontal contra el virus.
CONTAGIO MASIVO
El 7 de mayo, Montero ya contabilizaba más de 300 casos de
la enfermedad. En determinado momento, la tasa de ataque del coronavirus, era
el más alto del país, lo que arrancó una advertencia y una frase que Montero y
Santa Cruz no olvidarán, “Montero es el turbión, Montero es el que nos va a
complicar, Montero nos sigue dando pacientes a pesar de todas las medidas
correctas que hizo el Ministerio de Defensa”, lo dijo el doctor Oscar Urenda,
Secretario Departamental de Salud, a quien el 24 de julio de este año,
irónicamente le arrebató la vida la enfermedad que había invadido su organismo
ante la permanente exposición al virus en el desempeño de su labor.
La enfermedad llegó también a la unidad de diálisis del
centro de salud donde al menos, 10 pacientes y cuatro miembros del personal de
salud se contagiaron con el virus. El 8 de mayo, Jorge Patzi, jefe de la unidad
de hemodiálisis de Centro de Salud Ernesto Che Guevara, en una conferencia de
prensa admitió que el ambiente donde dializan los pacientes había sufrido la
invasión del virus, un contagio atribuido a los pacientes, adquirido fuera del
centro de salud.
Refirió que de los siete pacientes que dieron positivo para
coronavirus, dos de ellos fueron trasladados hasta Santa Cruz de la Sierra y
para las demás personas no habría cabida, por lo tanto había que buscar
alternativas y evitar que sufran complicaciones en su salud, más aún, cuando se
presume que los equipos también habían sido contaminados y que por prevención
se debía cerrar el servicio por lo menos diez días.
Las 33 personas que recibían atención en la sala de
hemodiálisis, lo hacían en turnos de cuatro horas a lo largo de las 24 horas de
lunes a sábado y la necesidad de buscar alternativas para no interrumpir el
servicio, es imperiosa, explicó Patzi.
TRASLADO DE PACIENTES Y EQUIPO
Era tal la saturación de pacientes, tanto en Montero como en
Santa Cruz de la Sierra, que aquellos que eran trasladados con urgencia no
encontraban cabida en los hospitales de la capital. El secretario municipal de
Salud, José Luis Nogales, relató la odisea que vivió junto a un paciente
crítico con dificultades para respirar. Por la urgencia se decidió su traslado
a Santa Cruz, pero no hubo cabida en los hospitales y tuvieron que retornar a
Montero en las mismas condiciones. “Estuvimos de un lado para otro y no
encontramos espacio disponible”, indicó.
Había que dar solución al problema de los pacientes de
hemodiálisis en Montero. Se realizaron los contactos con autoridades
departamentales y nacionales relacionadas con la salud, a quienes se consultó,
qué tipo de solución se podía encontrar para seguir brindando el servicio de
hemodiálisis a los pacientes renales, “precisamente es ahí que nos facilitan la
información de que en nuestra ciudad había un centro privado que tenía convenio
con el Ministerio de Salud para brindar este servicio”, informó Nogales.
De inmediato, se buscó el contacto con el Centro Nefrológico
‘Nefrone’ a cuyos responsables se dio a conocer la necesidad de transferir
pacientes que se habían contagiado del Covid y de otro grupo de pacientes
negativos al coronavirus, porque ya no se podían realizar las sesiones de
hemodiálisis en el centro Che Guevara, ya que también existía el peligro de
contagiar a pacientes que acuden a ese centro por otro tipo de enfermedades.
El Ministerio de Salud tiene convenio con el Centro
Nefrológico Nefrone, vigente desde el 26 de julio de 2019, a través del
Programa Nacional de Salud Renal como parte de la implementación del Sistema
Único de Salud, aclaró Nogales.
«El riñón es el filtro del cuerpo, elimina las toxinas y las
impurezas de la sangre. Si un paciente con insuficiencia renal crónica no
realiza su hemodiálisis se produce una falla multiorgánica; todos los órganos
del cuerpo colapsan y el paciente puede llegar a morir por el elevado índice de
urea y creatinina»
Dr. Juan Saavedra – Gerencia de la Red de Salud provincia
Obispo Santistevan
En un par de días y con la celeridad que la emergencia
exigía, el centro privado habilitó dos ambientes absolutamente necesarios para
atender por separado a los pacientes positivos de Covid y a los que no habían
sido contagiados con el virus, “de esa manera, realizados los informes médicos
se logró trasladar al centro Nefrone a todas las personas con insuficiencia
renal”, indicó el médico encargado del sistema de salud municipal.
El centro aceptó acoger a los pacientes con la condición de
que la municipalidad le facilite a título de préstamo, una máquina de
hemodiálisis para brindar exclusivamente el servicio a los pacientes positivos
de coronavirus, hasta que ellos compren la suya. Ante la gravedad del momento,
según lo expresado por la autoridad municipal de salud, “no teníamos otra
opción, yo entiendo que la parte administrativa exige el cumplimiento de
ciertos procedimientos, pero aquí se trataba de que no se mueran nuestros
pacientes y logramos salvarles la vida”.
Independientemente de los procedimientos técnico
administrativos, él tomó la decisión de llevar una máquina desde el Centro de
Salud a la clínica privada que tiene convenio con el Ministerio de Salud,
“nuestra premisa siempre fue salvaguardar el bien mayor que es la vida”, aclaró
Nogales.
El equipo en cuestión fue trasladado desde el centro de
primer nivel hacía el centro Nefrone el 9 de mayo en calidad de préstamo y fue
devuelto en perfectas condiciones el 5 de agosto, “la maquina estuvo allí
alrededor de tres meses hasta que el centro compró la suya, posteriormente el
equipo fue devuelto al Che Guevara en perfectas condiciones”, indicó.
La versión de Nogales fue corroborada por Javier Salguero,
director del centro de primer nivel, que mostró a Montero Noticias el equipo
que está junto a las otras máquinas en la sala de hemodiálisis que hasta el
momento continúa cerrada.
Salguero incluso aclaró que, si la sala de hemodiálisis no
se cerraba, se corría el riesgo de que el centro de salud ingrese en cuarentena
perjudicando a una población de 15.938 habitantes de 16 barrios que concurren
al nosocomio en busca de atención en consulta externa, emergencias y
hemodiálisis durante las 24 horas de lunes a sábado. «Eso hubiera sido
catastrófico», indicó.
De su lado, Diego Mendoza, director del centro nefrológico
Nefrone, aclaró que en determinado momento de la pandemia nadie quería atender
a los pacientes positivos de Covid-19, además de que en ese momento su
establecimiento no tenía la máquina disponible para brindar el servicio de
hemodiálisis a los contagiados de Covid, razón por la cual se solicita que la
Alcaldía le preste un equipo para atender específicamente a ese grupo de
personas.
Cuando la clínica adquirió su propio equipo, la máquina
prestada por el Gobierno Municipal fue devuelta al Centro de Salud Che Guevara,
la atención en el ambiente que se habilitó continuó hasta septiembre cuando se
atendió al último paciente positivo de coronavirus. En la actualidad el grupo
de personas sigue con su terapia de diálisis en el centro Nefrone.
«El dializar a un paciente con insuficiencia renal crónica
con una sobre infección por Covid-19 es más complicado, pero se puede hacer y
nosotros lo hemos hecho utilizando la máquina que nos prestó el centro de salud
Che Guevara»
Dr. Diego Mendoza, director del Centro Nefrológico.
El traslado de 33 enfermos renales del Centro de Salud,
incrementó de 55 pacientes regulares de Nefrone, a un total de 88.
EL CONTROL SOCIAL E INFORME DE LA COMISIÓN
13 días después de la devolución del equipo al centro médico,
el Control Social de Montero solicita al Concejo Municipal que realice la
fiscalización sobre un presunto uso indebido de bienes del Estado, en este caso
el equipo de hemodiálisis, refirió María Luisa Negrete, dirigente del Control
Social, en declaraciones a canal 45 Mixtv.
Los miembros del Control Social creen tener la certeza que
en el traslado del equipo de propiedad municipal a una clínica privada se
vulneraron algunas normativas vigentes y exigen que los concejales investiguen
para conocer la verdad histórica de los hechos. Eso sucedió el jueves 20 de
agosto, en la sesión del Plenario, el requerimiento del Control Social es
derivado a la Comisión de Gobierno Municipal del Concejo para su revisión y
posterior emisión de un informe.
Luego de las consultas y la investigación de campo
realizada, contrastando datos y consulta de leyes vigentes, el 3 de septiembre
la Comisión de Gobierno presentó su informe No. 08/20 al Pleno del Concejo
Municipal, donde se concluye, que: Si bien existe un convenio
interinstitucional entre el Ministerio de Salud y el Centro Nefrológico
Nefrone, el mismo que permite brindar atención integral en hemodiálisis a los
pacientes con enfermedad renal crónica cuando sean referidos por personal
autorizado, cuando el Sistema de Salud Pública se encuentre saturado. Este
convenio no faculta de manera expresa el traslado de equipos de un centro de
salud público a un centro de salud privado.
La determinación de trasladar el equipo de hemodiálisis al
centro privado, ha sido asumida en una situación de extrema necesidad, con el
objetivo de preservar la vida de los enfermos renales, como de los pacientes
portadores del Covid-19 y pacientes regulares.
El proceder estaría enmarcado en el art. 5 del Código de
Salud que señala que entre los derechos a la salud del habitante boliviano se
tiene: e) A ser atendido por cualquier servicio médico público y privado en
caso de emergencia, al margen de cualquier consideración económica del sistema
a que pertenece el paciente.
«No existirá responsabilidad administrativa, ejecutiva ni
civil cuando situaciones de fuerza mayor originaron la decisión o incidieron en
el resultado final de la operación, siempre y cuando la decisión hubiese sido
tomada en procura de un bien mayor»
Art. 33 de la Ley 1178, Ley de Administración y Control
Gubernamentales (Safco)
El equipo prestado, ha sido devuelto en buenas condiciones y
el efecto ha sido totalmente positivo, en esa época no se perdieron vidas entre
los pacientes renales, ni por la enfermedad que los acosó, ni por falta de
hemodiálisis. Considerando el bien mayor, se salvaron vidas y no se perjudicó a
nadie.
El informe de la Comisión de Gobierno puntualiza que, para
evitar futuros inconvenientes o malos entendidos por parte de la población, el
Ejecutivo Municipal debe elaborar una disposición reglamentaria adecuada y
acorde a la normativa, que permita el traslado o disposición de bienes
municipales en caso de extrema emergencia, para proteger las determinaciones
asumidas por los funcionarios en este tipo de situaciones, precautelando el
bien mayor: la vida.
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